exógena de naturaleza maravillosa
lejana Diosa desnudándose en
silencio sortilegio
desde mi erebo
su piel llega rosando mis labios
sus pechos se turnan vibrando
en mi boca jugando mutismo infierno
las caricias el amor la pasión lo perverso
evidencias cristal perlan su vulva
luciendo brillos que robo, su oasis...
escondido, en sus placeres me anuncio
penetrando su paisaje
de la armonía inicio al descontrol
paseo exudando sexo al caos rugoso
testigo llano abismo
tiempo que sucede en los detalles
de su cuerpo y hasta no poder con
las sensaciones de mi humanidad
muero decapitado en la succión
fuerza de su oscuridad